26.10.14

Y entonces llegó un angelito que iluminó nuestras vidas. ¡Ya está aquí el Señor Bebé!

No hay palabras en ningún idioma para describir lo que siento. Jamás he sido tan feliz. No hay un centímetro de mi cuerpo que no me duela, estoy muy cansada, tengo sueño, pero nada de esto me importa, me siento la persona más feliz, más afortunada, y más agradecida del universo. Sólo puedo decir palabras bonitas de mi bebé. ¡Él es increíble!, es precioso, perfecto en todos los sentidos. Después de tanto sufrimiento, de tres años de intentos con dos experiencias horribles, frustantes y tristes, llegó él, mi ángel. Es un solecito, un bendito. De hecho, es tan bueno que me da hasta pena. Está súper espabilado desde el primer momento, y sabe hacerlo todo como si supiera qué hay que hacer en cada instante. Él nos guía, nos está enseñando cómo tenemos que cuidarlo, es paciente y sabe perdonar a estos padres tan inexpertos y primerizos que lo quieren con locura. 

El martes 21 de octubre, a las 20.20 horas, seis días antes de lo previsto, llegó a nuestras vidas. Nació perfectamente, sin sufrir, sin una manchita, marquita o rojez. Nada más nacer me lo pusieron encima. Fue una sensación preciosa que duró demasiado poco, unos segundos. Sentirlo tan caliente, húmedo, suave fue de lo más agradable. También extraño, acababa de tener un bebé, era mío. Era muy raro que esa cosita era mi hijo, quien había estado de mí durante 9 meses. Nos conocíamos pero realmente no nos habíamos visto nunca. Fue muy emocionante ese instante, pero se lo llevaron rápido a quitarle algo que tenía en la boquita -no llegué a saber qué era exactamente-. A los 10 minutos, o quizás más, lo trajeron unos minutos diciéndome que era para que conociera a su mamá, pero que tenían que llevárselo a la incubadora porque estaba "quejicoso" y tenía que adaptarse al nuevo medio. Nos dio mucha pena, porque no lloraba, sólo emitía un pequeño ruidito a modo de queja, algo que nos partía el alma. Así que lo tuvimos otro instante, lo miramos, le hablamos, lo besamos y se lo entregamos a la enfermera para que se lo llevara si es que tenía que hacerlo. A partir de ahí fueron dos horas de espera dentro del paritorio, sin poder salir y sin tener información. Me sentía feliz pero muy triste porque después de tanto esfuerzo y sufrimiento no podía estar con mi bebé, no podía verlo ni sentirlo y no sabía bien qué le pasaba. Entre esa espera, una enfermera entró al paritorio y le preguntamos. Ella consiguió que su papá pudiera verlo en la unidad de neonatos. Al menos, él lo vio feliz, muy a gusto, calentito en la incubadora donde le pusieron calor y había más oxígeno. Por fin, a las dos horas nos lo dieron y pudimos disfrutar de él y su dulzura, de la que ya gozamos cada día. Mi vida ha cambiado como me decían todos durante el embarazo, pero sin duda para mejor. Y sí, ha cambiado, pero no se ha acabado, acaba de empezar una nueva vida de la que ya estamos disfrutando. Él se está adaptando a ella perfectamente y nos permite salir y entrar. Sólo nos quedamos encerrados el día entero que tuvimos que estar en el hospital ingresados ambos. El jueves nos dieron el alta y desde entonces hemos salido, aunque todo el mundo se asombra, incluso alguno te hace sentir mala madre con algunos comentarios que me hacen dudar si será verdad que tan chiquito debería estar recogido en casa. 

Gracias a los abuelos hemos podido atender a las visitas -que es lo más complicado en esta nueva etapa- y compaginarlo con citas clave como la prueba del talón, o comprar cosas que de pronto hemos visto que son necesarias. Pero lo dicho, me niego a ser de esas madres que cambian su vida, se encierran y al final culpan a sus hijos de no dar abasto. Yo ahora mismo no llego a todo, no puedo, pero lo intento y lo consigo a medias. Él, como decía, es un bendito, y no lo pienso culpar de nada. Sólo puedo más que agradecerle. Hace un año justamente me encontraba en uno de los peores momentos de mi vida precisamente por volver a perder un embarazo y por sentir que jamás iba a cumplir mi sueño de ser madre. Pero hoy, mi sueño se ha hecho realidad. ¡Gracias Señor Bebé!

P.D. Como entenderéis, estos días estaré algo más desconectada del mundo blogger, pero no desaparecida. Pronto estaré por aquí, pues ahora tengo muchas más cosas que contar :)

La piernecita del precioso Señor Bebé 

18 comentarios:

  1. Muchísimas felicidades familia!!! Me alegra que ya estéis en casa y que al final todo haya salido bien.
    Ahora a adaptarse a la nueva rutina y a comerse a besos a ese Sr. Bebé :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias!!!!, sí, ahora toca adaptarse y lo de los besos lo sigo a rajatabla, es difícil resistirse a él :)

      Eliminar
  2. Felicidades!! Qué patita tan preciosa Sr. Bebé!! Disfruta cada segundo guapa! Y descansa un poquito para poder recuperarte. Besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!, lo de descansar hace mucha falta, aunque el trajín del principio no lo permite, pero se intenta!. Besitos!

      Eliminar
  3. Enhorabuena!!! Disfruta de tu angelito!

    ResponderEliminar
  4. Se que no es el mejor momento, pero me apetecía nominarte y conocer algo más de ti :-) Para cuando tengas tiempo... dentro de un año o dos! Jejeje
    http://ruralbabyproject.blogspot.com.es/2014/10/handwriting-tag.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jejejee, pues sí, dentro de un año o dos intentaré responder a las preguntas :) Gracias guapa!

      Eliminar
  5. FELICIDADESSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!! y enhorabuena por esa preciosidad.
    Ahora toca recuperarse a los dos porque aunque es una experiencia preciosa esta llena de muchos cambios, y al papi le toca repartir arrechuchones y mimitos a los dos.

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias!!!. Desde luego que sí, lo de los cambios es más grande de lo que pensaba, pero bueno, todo es para mejor! :) Besos

      Eliminar
  6. Enhorabuena!!! muchiisimas felicidades por ese precioso Sr. Bebé, bss!

    ResponderEliminar
  7. ¡Enhorabuenaaaaaaaaa!!!!! Que emoción, ¡ya sois una familia! Olvida todo lo que la gente diga, salir todo lo que podías y aprovechar esta oportunidad tan grande que da la vida para enseñar el mundo una y mil veces a vuestro hijo. Nosotros el mismo día que salimos del hospital ya comenzamos con nuestras salidas, eran perfectas para huir de los invitados jeejeje y para pasar tiempo con nuestro bebé. La vida si cambia cuando traes un hijo al mundo, pero cambia de la forma que tú quieras que lo haga. Un besazo enorme y enhorabuena familia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias!!!. Nosotros también estamos saliendo casi desde el principio, eso sí, lo que nos dejan, pues las visitas limitan mucho y agobian bastante. Y estoy totalmente de acuerdo contigo, la vida cambia, y mucho, más de lo que imaginaba, pero hay que intentar adaptar al bebé a nuestra vida. Muchas gracias por tus consejitos :)
      Besitos

      Eliminar
  8. Muchísimas felicidades y disfruta de cada momento, pues crecen tan rápido y procura descansar .Besos a los tres ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!, y gracias por tus consejos, eso intento, disfrutar de él todo lo que puedo porque es cierto que el tiempo está pasando muy rápido ahora mismo
      Besitos!

      Eliminar
  9. Me he pasado por aquí a saber de ti y a darte la enhorabuena. Me alegro mucho por ti y tu pequeño. Un beso enorme y ahora, a disfrutarlo :-)

    Idoia (yademasmama.com)

    ResponderEliminar

¿Me dejas un comentario?, ¡Gracias! :)

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...